Una limpieza espiritual, es un limpieza que hacemos de nuestro espíritu, nuestra alma y nuestra aura, que es lo que nos conecta como seres, con la energía universal.
Nos aseamos por la mañana, iluminamos nuestra cara con polvos, maquillamos nuestros ojos y pintamos nuestros labios, vamos a la peluquería, nos ponemos ropa que nos sienta bien.
Nos dedicamos a cuidar nuestro exterior para sentirnos bien, incluso cuidamos nuestro interior, realizamos ejercicio para estar saludables y cuidamos nuestra alimentación.
Pero, ¿Qué pasa con nuestra alma o con nuestro yo interior?, en ocasiones nos sentimos débiles sin tener enfermedad, perdidos en nuestras vidas, ¿Cuál es el motivo?
Ni más ni menos, que necesitamos una limpieza espiritual, con la que sanaremos interiormente, calmaremos nuestras inquietudes y volveremos a reconectar con nuestro ser.
¿Qué es una limpieza espiritual?
La espiritualidad de la persona va más allá de lo físico, en tu interior existen una serie de sentimientos, sensaciones y energías que no se pueden tocar pero que realmente existen.
Por ejemplo el amor, el sentimiento en el interior de nuestro ser que hace que sintamos un algo especial hacia las demás personas, es indescriptible, pero dentro de nosotros conviven otras sensaciones.
Odio, celos, envidias, mal estar, también alegría, felicidad, cuando colocamos en una balanza los sentimientos buenos de los malos y la balanza se inclina hacia los malos, significa que nuestra alma está dañada.
Ya sea por circunstancias provocadas por terceras personas o por nuestros propias emociones negativas o de culpa, nuestra alma se va llenando de rencor y tristeza.
Es ahí donde debemos curar nuestra alma, sanar nuestro espíritu, hacer como un reset, un stop en nuestra vida y reprogramarnos y volver a conectar de nuevo.
Por tanto la limpieza espiritual nos ayuda a eliminar distracciones externas, oír nuestras emociones y sensaciones, calmar nuestras afecciones y dejar que fluyan nuestras energías.
La importancia de realizar una limpieza espiritual y baño energético
Cuando tienes el espíritu enfermo, tu mente empieza a absorber emociones negativas y los convierte en pensamientos negativos.
Éstos, pasan a las palabras y, acciones negativas, entonces empezamos a hacer daño a las personas que nos rodean y es cuando aparecen los conflictos.
Tenemos desacuerdos con las personas que nos rodean, familiares, amigos, compañeros de trabajo, incluso en la cola del supermercado o esperando el autobús.
Y lo peor de todo, puede ser que seas tu, la persona que siempre te quejas en todos los lugares donde vas, cuando notas que todo va mal, que todo se te pone cuesta arriba, es el momento de parar.
Miras a tu alrededor y parece que todo el que te rodea ha hecho un complot para ir en tu contra, quizás no sean ellos y el problema venga de ti.
Después aparecen los primero dolores físicos, tu cuerpo conlleva una carga negativa tan fuerte que empiezan los dolores musculares, de cabeza y un largo etcétera.
Tu cuerpo está manifestando que quiere una limpieza energética ya, te lo está pidiendo a gritos, se está comunicando contigo a su manera, no esperes a que vaya a más, tal vez luego será tarde.
Preparándote para la limpieza espiritual
Antes de realizar nuestra limpieza energética, debes prepararte antes, realizar un pequeño cambio de hábitos, para que funcione perfectamente.
Debes mejorar tu alimentación reduciendo la ingesta de grasas y añadiendo más verduras y frutas frescas a tu dieta, reducir el consumo de alcohol y tabaco.
Tienes que llegar a conseguir estar lo más purificada posible, también es conveniente, eliminar el estrés y alejarse de personas tóxicas que nos generan ansiedad.
A continuación debes cuidar tu alma, realizando buenas acciones hacia las demás personas, ¿Te has dado cuenta que cuando realizas una buena acción te sientes mejor?
Cuando haces un regalo, cuando sonríes a alguien, pues eso es alimentar tu espíritu de buenas acciones, es fundamental porqué ayudará a cicatrizar mejor las heridas internas.
Hablar con una amistad que hace tiempo que no hablas, hacer una comida familiar, rodearte de cosas que te hagan sentir bien y después de conectar contigo misma, realizaremos la limpieza espiritual y purificación espiritual.
¿Te das cuenta que todo lo que necesitamos está a nuestro alcance?
La limpia espiritual y renovación de las energías
Para que podamos interiorizar la limpieza espiritual, debido a la conexión tan fuerte entre cuerpo y alma, debemos empezar con un buen baño energético.
Para ello necesitamos tomar un baño de romero, es muy sencillo de preparar, llenamos la bañera con agua templada, encendemos incienso de romero y unas velas blancas o azules.
Ponemos unas hojas de romero en una bolsa de tela, y las dejamos en contacto con el agua, añadimos un poco de sal y tomamos un relajante baño, asegúrate de no tener distracciones.
Es de vital importancia que vacíes tu mente, olvídate de las preocupaciones y disfruta, es tu momento, al finalizar el baño puedes darte una friega con aceite de romero o con alguna crema natural.
Si tu espíritu esta muy dañado, puedes añadir un puñado de sal a la bañera. Una vez finalizado el baño, vístete con ropa cómoda de materiales naturales y no sintéticos.
Ahora toca renovar las energías, y la mejor forma es dando un largo paseo por la naturaleza, elige la que mejor te convenga, bosque, playa, montaña, aquello que sea especial para ti.
La naturaleza te ayudará a recargarte, mojar los pies en la playa, andar descalza por el bosque, tocar las manos con la nieve, tomar algo de sol, equilibrará enormemente tus energías.
La limpia con huevo
Una vez purificado nuestro cuerpo, es el turno de realizar una limpia con huevo, una forma de poder saber si nuestra falta de energía está motivada por terceras personas.
En este punto no me voy a extender mucho, puesto que tengo un artículo muy complejo hablando de la limpia con huevo, pero es un paso que debemos dar para nuestra limpieza espiritual.
El ritual nos desvelará si hemos sido víctimas de un mal de ojo, después, de la limpia con huevo, tanto si el resultado es positivo como negativo seguiremos limpiando nuestra alma y espíritu.
Limpieza de casa espiritual
Proseguimos nuestra limpieza espiritual con una limpieza y purificación de casa espiritual, el proceso que estamos siguiendo busca abarcar todas nuestras facetas.
Para la limpieza de casa espiritual necesitaremos unos material muy fáciles y al alcance de todos:
- Un vaso de cristal
- Vinagre blanco y sal gruesa
- Agua
Añadimos la sal gruesa al vaso de cristal, aproximadamente hasta un tercio de su capacidad, ahora incorporamos el vinagre blanco, siempre tiene que haber más vinagre que sal.
Por favor, colocar el vaso lejos del alcance de los más pequeños, a medida que pasen los días el liquido en el vaso irá volviéndose amarillo, cuanto más oscuro sea el color más energía estará absorbiendo.
Al cabo de una semana retira el vaso con el liquido y desechadlo, deja después correr el agua caliente. Si el líquido fuese transparente tu hogar no presenta energía negativa.
El último paso de la limpieza espiritual
Y ya, para cerrar esta limpieza y purificación espiritual queda el último paso, el más difícil, un paso donde tú, eres la protagonista.
Piensa en todo el proceso que hemos pasado, hemos limpiado nuestro cuerpo, nuestra alma y espíritu, hemos renovado y equilibrado nuestra energía.
Ahora es el momento de no volver a caer en las situaciones que produjeron esa falta de energía y vitalidad que sufríamos, esas enfermedades sin motivos aparente y esa falta de seguridad.
Escucha tu cuerpo, escúdate siempre que puedas en la naturaleza, será tu cargador particular, siempre que estas angustiada un paseo por el bosque o la playa, la luz del sol serán tus aliadas.
Cuida, tu alimentación, existen multitud de enfermedades y desordenes por comer indebidamente, el ayuno intermitente está muy recomendado.
Rodéate de los tuyos, el amor es el sentimiento más puro y más sano de los que existen, aléjate de las personas tóxicas y nunca renuncies a ser quien eres.
Si te sirve de ayuda, aquí te dejo un ritual para alejar personas, céntrate en ti y en los tuyos. Brilla con tu luz propia.
Con mis mejores deseos, Esperanza de Luz.
